Viajo a las estaciones,
Trenes detenidos y marchas distantes.
Ahí donde espere marchar
En los andenes de viejas despedidas.
Con las maletas llenas de anhelos me relego
Del mundo conocido,
Como mis pensamientos se van naufragando en las tardes
Sobre nubes mudas,
Ellas son las mejores compañeras
Compartiendo los cielos de ilusiones ocultas.
Ya nada ira quedando,
Solo el pitido que escuche al comenzar mi camino
Los relojes marcan el paso de mi despedida.
Atrás ha quedado mi sombra,
Mi nombre y las ilusiones que contuve en muchos años.
Ahora paso al viaje tremendo
Donde otros soles y cielos infernales se abrirán paso nuevamente
En mi mente.
Atrás en los campos mudos.
Atrás me despido de mi nombre
Y los pensamientos rotos por el peso de mis malas decisiones.
Me despojo de los ropajes del ayer
Y todo queda atrás,
Sombras reinantes, masas de gente muda y silenciosa
Me rozan entre los andenes.
Nada ha quedado en estas manos, solo las risas de sueños mal guiados,
Todo va quedando atrás en el andén numero 4
Mientras me despedía de mis recuerdos,
Todo va quedando atrás
Como las noches y estas palabras, que algunas ves reinaron en mi cielo,
Más allá del paso de los trenes y las despedidas en la estación.
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