Voy en la marcha de los postreros sueños,
De la mano en la ronda de los desamparados
Me anudo a la luna y ese baile danzamos
Dejando de lado los sueños rotos en las tardes de mayo.
Yo quiero anudarme a mi sombra
Y olvidar de que existo,
Pasa a veces en las tardes
Cuando tú figura pasa por mis pupilas
Y se dibuja en mis pensamientos,
Entonces osó correr los postigos de los pensamientos
Y soñar despierto.
Soñar que tengo a una valkiria a mi lado,
Soñar que tengo a una valkiria a mi lado,
Que me da valor en las embestidas crueles de la vida.
Y cuando cae la tarde me recuesto a su lado,
Pensando en los ecos del tiempo y la memoria…
Sueños,
Siempre me conformo con ellos,
Pero que necesitamos para llevarlos a cabo,
Que es lo que falta
Para darle forma en los pensamientos
Y que se creen siendo palpables.
El viento ruge entre los árboles
Y yo solo atino a callar la melodía que producen mis pensamientos,
Es verdad que muchas cosas digo,
Pero quizá callo las importantes,
Siempre en los devenires de la vida,
Cometas salen ah nuestro encuentro
Y se debilitan perdiéndose en el horizonte.
No quiero que esa estrella se apague,
No quiero verla perderse más allá de la línea de mis ojos
Y ver como pierdo espacio en su cielo.
Pero tarde nos damos cuenta
Que todos somos despreciados en el amor
El desengaño que produce todo lo que vemos va curtiendo el corazón.
Despedazándonos, soy el rey de la ronda de los desamparados
Los alejados del amor.
Yo guío la danza de la luna,
Aúllo con los lobos en las noches y rasgo el cielo
Con mis manos.
Dejándome caer al olvido en la oscuridad que me agobia, desde donde nunca debí salir.
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