viernes, 27 de mayo de 2011

Tempestad


El viento trae el ulular tan familiar,
La lluvia azota el tejado mientras empaño el vidrio
Con el vaho de mi aliento.
Desdibujo las formas de las cosas y todo me parece tan irreal
Como el sonido de la madera que crepita en la chimenea

El café va perdiendo su calor
Y vuelvo a la silla donde anotaba palabras desglosadas por el ruido de las monedas de plata que rodaban por la ventana.
Todo se arremolina en mi pecho,
Sensaciones y sentir profundo
El cigarrillo se consume lentamente
Mientras se apaga el bullicio de las calles.

Tanto tiempo evadiendo,
Tanto tiempo menospreciando mis debilidades
Que se irán convirtiendo en fortalezas a medida que las pulamos,
Tiempo, esa es la palabra que uso, para hablar de algo inexistente.
Ideas, ideas que giran
Palabras lanzadas al papel de la memoria,

Esta tarde llueven letras
Y las calles se inundan en mis palabras,
Las hojas se desangran
Y sigo presa de la tempestad de mi imaginación.
¿Que eh dejado de lado?
Preguntas, vacías sin nada que las contenga
Retumban en las paredes del cerebro estéril
Que no quieren salir de su infierno.

En llamas todo se prende
Consumiendo hasta los gritos,
Mascaras se rompen y nos dejamos ir con los vientos
Destroza cada palmo de lo que alguna vez estuvo con sólidos cimientos
Así entre las monedas de plata que recorren los cristales
Se desata la furia en mi imaginación
Llevándose mi dolor entre las aguas turbias
Y parte de mis sentimientos en el viento frío del amanecer,

Mientras el ruido de la cortina de agua cubre hasta lo que soñamos.


jueves, 19 de mayo de 2011

Espere


Espere noches de lluvia amarga, 
días grises y soles inclementes
Por tu alma.
Ahora expreso con el espíritu libre,
Los deseos de los enamorados a la aurora.
No quiero alejarme de tus pasos,
Dejar que el olvido toque tu espalda y te lleve
Donde los recuerdos no son más que nubes agrietadas en el Horizonte.

Quédate conmigo y en pacto secreto
Ofrendemos a los dioses lo que duele
Y nos consumía poco a poco.
Quédate conmigo esta noche
Y mañana cubriré tu cama con madreselva.
Adornare tu pecho con rosas
Y dejare que el rocío te bañe en su frescura.
Oh te llevare lejos,
Donde las noches con los días,
Esperan,

Que los nombremos para nacer,
Ahí donde el volcán palpita al ritmo de tu danza
Y esos ojos celestiales
Contienen el mar donde mis pensamientos nadan,
Como peces de otro verano.
Ven para quedarte
Y extendamos las fantasías sobre la hierba,
Para que recostemos nuestros cuerpos
Y riamos de lo que depara el mañana.

Ven descalza y danzando
Como la diosa de la primavera, primavera que tanto amas.
Pondremos otros nombres a los árboles,
Cantaremos entre las gotas de lluvia
Mientras robo tu mirada y me consumo en tu piel.
Ven conmigo y entre mis brazos quédate calcada en mí,
Espero,
Anudado a las promesas que ya no nos pertenecen;
Son ellas del sol, la luna, la tierra y de nuestras palabras.
Más allá de todo,

Nos anidamos
Como codornices empollando sueños en común
Ven conmigo y quédate por siempre en mi vida,
Te daré lilas por la tarde
Y mis palabras anidadas a tu pecho.
Te regalo el cielo con sus estrellas.
Y en las madrugadas pactare con los ancianos dioses
Para que las lenguas del sol acaricien tu rostro.
Me atare con fuerza a la vida,
Para acompañarte en tu camino.
Y jamás olvides que las palabras son concretas,
Si de ellas formamos ideas y le entregamos la fuerza necesaria
para que el cielo las una y la transforme en realidad.

Realidad que tanto espero
Como la noche espera el día
Y mis manos tu cuerpo antes de partir al país de mi imaginación.

domingo, 8 de mayo de 2011

Mujer


"Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer."

Antonio Machado












En que momento todo cambio,
En que instante todo se ilumino.
Yo recorría las calles buscando un perfume,
Mendigando su esencia,
Solo encontré el silencio tras mis pasos y esa risa  rasgando la oscuridad.
La vi tras noches de febril insomnio,
Cuando la locura se asomaba como raudales por las cuencas de mis ojos
Y rasgaba la piel,
La sentí tan cercana a mis pasos.
Que la mente prófuga de deseo se anclo a su mirada,
Me rompe el espíritu verla tan lejos,
Esforzándose por sus sueños,
Tan solitaria como una diadema perdida entre la arena.
Por eso estiro mis manos,
Para sacarla desde el barro.
Ya todo sufrimiento pasa a ser vano al ver sus ojos,
Toda duda pasa a ser el eco de la noche cuando diviso su vientre perfecto.
Que más da si el tiempo me consume como la partícula perdida que soy,
Importa acaso que el viento me deshoje y se lleve mis pensamientos.

Veo distante tus pasos
Y me recuesto sobre montones de hojas caídas,
Descanso sobre la tierra húmeda,
Será así la tierra cuando mis ojos se cierren para siempre
Y solo quede el recuerdo en las mentes de quienes quise.
Desaparece y seré el viento del norte que susurre a tu nombre,
Seré el rayo de sol en la mañana esperando que habrás los ojos
Estaré junto a la nubecilla que se desgarra por el viento.
Siempre a la deriva como un barco sin timón,

Navego por los sueños
Recordando tú perfume.
Deja rescatarte del olvido,
Muchos ojos se posan en tu piel,
Más yo quiero confortarte en tu sufrimiento.
Las calles se desangran en automóviles más yo solo atino a pensarte a lo lejos.
Mordiendo tú nombre, tu, quien anidas en el pecho al sol
En las noches escarchadas por el frío.
Más que eso,
Eres la que porta las monedas plateadas que regala la luna,

La que cobija mis palabras y alientas a escribirlas.
Más cuando llega la noche,
Me escapo de las miradas de los sabios dioses y elevo en tu nombre una copla,
Que se esparce como bola de humo por los sentidos.
Espero entonces tu risa fresca,
El rostro radiante y esos labios dulces
Donde el sol renace tras las palabras que pronuncias,
Mientras son rechazadas por los dientes.
¿Quién eres mujer?

Para robar mis versos y adueñarte de esta carne que solo soportaba el tedio de los días sin esfuerzo,
Para descansar la mente entre las sabanas de  tierra.
¿Quién eres mujer?
Mirada penetrante y profunda.
Eres la creación de los cielos o la encarnación de la poesía impregnada en tu cuerpo.
Mirare la luna mientras a ello pregunto
¿Quién eres? 
Oh en que te has convertido para que mis frases choquen más allá de tu pecho a la altura del corazón
Y traten de desatar tormentas solo dignas de la imaginación.

A fuerza de la noche,
Recostare mi mirada entre los astros esperando que ellos entiendan mis palabras
Y me dejen naufragar a la deriva.
¿Quién eres mujer?
Fruto de esta tierra marchita o el tabernáculo de mis sueños,
Podrías responderme al oído dulcemente
Lo que el viento secretea entre tus ropas.
Oh lo que la danzante luna ama de tu piel cuando se recuesta en ella,
Como mis manos y los besos dados que solo mendigan un poco de ti.

Pertenece


Ha cesado el traqueteo del reloj
Tú mejor que nadie debes saber,
Que el traqueteo es falso cuando no lo escuchas.
Que no pertenece el crujir del tiempo a tus parpados
Y que solo yo se, de quien son esos preciados minutos.
Mis poesías son solo palabras sin dueño,
Descarriadas tras el paso de los cohetes en la noche.

Sin rumbo, perdidas en la nada, se ofrecen al mejor postor
Como las prostitutas que son.
Yo elijo siempre la mirada ingrata del adiós
O mejor aun la respuesta vacía de labios que no pertenecen a mis palabras.
Que debo esperar para arrojar el alma al azar y aferrarme a labios tan ansiosos de besos como mi piel sofocada por las despedidas.

Desaparecer


Los recuerdos me abrazan esta noche,
Que podré hacer para despedirlos
No quiero decir adiós a esos pensamientos
No deseo depreciarlos y enfrascarlos donde no pertenece.
Por eso los llamo,
Vengan arrúllenme en sus ropajes.
¿Dónde se ah perdido el querido primo?
¿Dónde marcho el abuelo y el tío?
Se esfumaron en la neblina,
En esas mañanas crueles con olor a leña quemada
Y humedad en el aire.

Se marcharon más allá de mis brazos
Y quisiera sostenerlos, para que no llegase el olvido
Y los tratara como viejos papeles que se elevan por el aire
En una noche de vendaval.
Si hubiera muerto,
yo
Sería deshojado y arrastrado a la nada como ellos.
Sería injuriado por el tiempo y otros me recordarían como yo a ellos.

Los abandonados por el tiempo,
Hemos de rendirles tributo a ellos
A los que marcan nuestro transito por los paralelos del universo.
Hemos de honrarlos a ellos
Los que fueron nuestros tutores en el crecimiento para que guíen
Poco a poco nuestros pasos.