viernes, 27 de mayo de 2011

Tempestad


El viento trae el ulular tan familiar,
La lluvia azota el tejado mientras empaño el vidrio
Con el vaho de mi aliento.
Desdibujo las formas de las cosas y todo me parece tan irreal
Como el sonido de la madera que crepita en la chimenea

El café va perdiendo su calor
Y vuelvo a la silla donde anotaba palabras desglosadas por el ruido de las monedas de plata que rodaban por la ventana.
Todo se arremolina en mi pecho,
Sensaciones y sentir profundo
El cigarrillo se consume lentamente
Mientras se apaga el bullicio de las calles.

Tanto tiempo evadiendo,
Tanto tiempo menospreciando mis debilidades
Que se irán convirtiendo en fortalezas a medida que las pulamos,
Tiempo, esa es la palabra que uso, para hablar de algo inexistente.
Ideas, ideas que giran
Palabras lanzadas al papel de la memoria,

Esta tarde llueven letras
Y las calles se inundan en mis palabras,
Las hojas se desangran
Y sigo presa de la tempestad de mi imaginación.
¿Que eh dejado de lado?
Preguntas, vacías sin nada que las contenga
Retumban en las paredes del cerebro estéril
Que no quieren salir de su infierno.

En llamas todo se prende
Consumiendo hasta los gritos,
Mascaras se rompen y nos dejamos ir con los vientos
Destroza cada palmo de lo que alguna vez estuvo con sólidos cimientos
Así entre las monedas de plata que recorren los cristales
Se desata la furia en mi imaginación
Llevándose mi dolor entre las aguas turbias
Y parte de mis sentimientos en el viento frío del amanecer,

Mientras el ruido de la cortina de agua cubre hasta lo que soñamos.


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