domingo, 1 de abril de 2012

"RIDEAU DE LA NUIT"


Respiro, los dedos crispados
Rompo la silenciosa cortina de la noche con un alarido.
Si, supongo que todo eso es un tanto estúpido,
Romper el silencio, solo por que se me antoja
Y tragar la bilis amarga para no manchar las limpias sabanas de algodón.
Más ha quien le importa
Todo lo que acontece en los inescrutables senderos,
Que van desde las estrellas hasta mis huesos.
Esos caminos que pasan por la piel encerrada en las cobijas,

Resguardándonos de la escarcha que nos muerde las carnes destrozando la pasividad de nuestros sueños.
Más en el insomnio que me gobierna,
Miro las estrellas
O a veces tan solo las nubes que viajan a rumbos nuevos,
Quizá viejos para la mirada conformista,
Pero siempre todo rumbo conocido es nuevo,
Por que cambia el punto de vista desde donde miramos.
Hurgo entre viejos libros, en búsqueda de nuevas palabras que me asombren, que me conquisten

Y mis ojos muestren el brillo que derrochan los enamorados.
Así con esa cara de idiota, anudarme a páginas que me den sustento, para luego exhausto poder descansar.
Y mientras sigo con los ojos desorbitados pasa una polilla,
Nada de especial tiene ella y la contemplo en su vuelo errático por la sala, choca una y otra ves contra la ampolleta,
Sin miedo a quemarse.
En ese momento,
Me encuentro invadido de ideas,
Es ahí cuando caigo presa de pensamientos fugaces o

Que anido y luego estructuro.
Me paseo como alma en pena por los pasillos del hogar,
Con la idea fija,
Las manos crispadas
Y hablo en el silencio que devora mis palabras,
Con un lápiz en la mano, garabateo.
Pero las ideas se dispersan,
Me fuerzo a caminar mientras hablo
Y vuelvo a la silla como un demente,
Escribo, tarjo, doy borrones y mantengo la idea.

Sutil, como lo que observe llegando a abstraerme
Entonces pienso, somos como las polillas
Vamos por las luces, aún a sabiendas que podemos fallecer en el intento.
Solo para saber que podemos volar,
Encumbrarnos a la distancia,
Realizando proezas inimaginables.
Pero es lamentable admitir que siempre lo que brilla es lo mas peligroso y otras tantas se trata de un falso oro,
Pero mantenemos la idea, fija, viva e imaginamos como será hacerse

Con ese tesoro.
Al final pasamos tanto tiempo soñando,
Que cuando lo tenemos nos damos cuenta que vimos todo lo perfecto,
Pero no las imperfecciones que esto tenía.
Que amamos la idealización de las cosas,
No la estructura tal cual.
Y vamos adornando todo para que tenga ese tinte que nos encanta.
Pero a la hora de la verdad lo rechazamos aún a sabiendas de que nos auto cegamos.
Somos polillas volando erráticamente,

Aunque todos aseguran que saben, qué es, lo que quieren
Nadie sabe si tendrá lo que deseaba.
Eh visto mucha gente decir,
Llegue aquí pero me perdí en el trascurso.
Otros tantos decir,
Tú debes hacer X cosa,
Pero al final ni ellos mismos saben lo que hacen.
Yo no quiero volar erráticamente,
Si quiero ver esa luz sobre mi cabeza,
Quiero ser realista y afrontar que tendrá sin sabores, alegrías,

Abandonos.
No, solo ir sin saber motivo de por que lo hago,
No, agrandarlo más de lo que corresponde,
Ni, adornarlo más de lo que es.
Si bien puedo decir como el primer sujeto,
Perdí mi norte,
Aún poseo el desasosiego que me da el insomnio
Y uno que otro vaso de cerveza para escribir un poco más.
Aunque los dedos se me crispen,
Vomite mis entrañas

O eyacule por los ojos.
Quiero seguir adelante y ver todo sin esas mascaras que todos ocupan para brillar mas y me pregunto en el insomnio,
¿Para que lo hacen?
Si siendo ellos son perfectos,
Aún mas maravilloso de lo que quieren aparentar. 




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