Oh dulce desconocida
Cuanto tiempo me eh encontrado enceguecido
Con los ojos mudos, sin poder ver las maravillas de los astros,
Como las polillas diminutas marcan el cielo con su vuelo entre las nubes.
Quisiera yo, poder regalarte poco a poco
Todo lo que mis palabras divisan incrustándose en el papel de la vida.
Todo se plasma allí,
Más allá de los parpados,
De los recuerdos y mi vos se desvanecen
No tienen la estructura necesaria,
Sin consistencia,
Se van apagando poco a poco las frases musitadas al cielo
Vagan como espectros salidos del averno,
Muriéndose antes de tocar las hojas.
Ansió ver tus ojos en las mañanas plagadas de nubes,
Contarles a ellos todo lo malo
O bueno que pesa sobre mis manos
Tantos errores aplacados por el peso de soles que con su brillo encadenan
Mi obrar,
A veces en las tardes pongo mi rostro frente a los vientos.
Comento a ellos los versos que plasmo para ti,
Espero entonces que ellos lleven
Las caricias que pertenecen a tu nombre
Acariciando tu rostro, cabellos y estructura perfecta.
Más cambiaría yo,
La luminosidad de la luna por tu rostro
Cuando ella navega en mis pensamientos,
Posando en mí sus cabellos
Y blanco cuerpo.
Oh bendita seas madre de mis sueños,
Bendita tierra y cielo estrellado
Déjame besar tus pómulos abstraídos del tiempo,
Déjame tocar la estructura frágil de tu mirada en mis palabras y en el alto cielo danzar con las hojas y el viento que todo lo sabe.
Las nubes viajaran a parajes jamás visto por los ojos de hombre alguno y ahí e de perderme yo,
En tus pensamientos, en tus recuerdos.
Pocos son, como pequeños guijarros extraviados en la arena,
Mas lo poco ah de contener a veces galaxias y firmamentos nuevos.
Como tú,
Cuanto he perdido o Aesirs en no saber de ella
De sus pensamientos que se abren como flores traídas por reinas de otras primaveras.
Pasadas, nuevas o rechonchas
Botando leche por los pezones desnudos
Creando a su paso,
Nuevas hierbas y arroyos claros de cristalinas aguas.
Por los que ah de naufragar tu cuerpo tendido de espaldas
Con la piel blanca
Como espuma viajera desde los mares,
Que no dejan aplacar su furia
Con las canciones que están desde el principio,
Desde antes de toda creación,
Desde antes de los recuerdos enlazados en el infinito por seres pensantes.
Y veo como te refugias en mis pensamientos Jugando a las escondidas.
Mi mente a estas alturas parece un patio de estudiantes
Todos jugando con lo que ah sido mío un día.
Más trato de decir,
De estructurar las palabras llamando por tu nombre
A la línea que recorre los pensamientos y se incrusta entre el viento,
Entre las estaciones aplacada por el peso de las palabras que me condenan,
Si tan solo una de esas palabras,
Ansiadas como el aire que respiro
Contuvieran mis anhelos.
Me perdería yo nuevamente sin rumbo remontando los parajes
Que creí conquistar cuando tu vos era el estandarte con el que me presentaba.
Labios,
Perfectos color fuego
Exalta mi alma, cuando imagino como brotan las palabras
Desde ellos.
Como se enlazan a tu pensamiento y son expresados divinamente,
Pende de ellos las palabras
Y la sutil gracia con la que son pronunciados.
Que mas maravilla podría ver un hombre en ese rostro
Iluminado por todas las estaciones,
Que recuerdan que no somos más que vanos y frágiles cuerpos
Perdiéndose en el tiempo.
Todo pierde paso por este mundo pero los sentimientos
Se enraízan aquí,
A la altura de la garganta rasgando,
Llevando consigo el aire exhalado
Arrastras con ello todo espacio y duda
Que quedan refugiados en los trozos de la tarde.
Como podré decirte yo,
Que si bien poco conozco de ti
Quisiera hundirme en tus visiones,
En tu ir y venir apresurado
Adentrarme en los torrentes de los quehaceres diarios
Y extraviarme en tus ojos.
Cuanto encierras en tu interior,
Añoranzas expresa mi palpitar,
Añoranzas de conocerte completamente.
Déjame disfrutar de tu alma y ver tu interior,
Poco me importa la cáscara vanidosa
Pues en el interior escondes el árbol
De los frutos dulces que jamás envejecen,
Que siempre perduran.
Quiero tener el placer de comer el fruto de tus sentimientos,
Nada deseo cambiar
Nada quiero dejar de lado, pues el todo que conformas
Para mi es perfecto, es el cielo en la tierra.
El Valhalla dibujado en palabras.
La muerte y el renacer expresado en tu sonrisa.